Me llamo Lorea Arizona y soy agente de viajes. Tengo la gran suerte de trabajar en lo que me gusta y ahora me he decidido a compartir con todos vosotros todos estos años de experiencias en el mundo del turismo y de mis viajes.

Nací en Eibar, Guipuzcoa, pero por circunstancias vivo en Valladolid. Al principio el no conocer a nadie se me hizo muy cuesta arriba, sobre todo porque en el País Vasco nos relacionamos mucho entre todos, socializamos continuamente y sin embargo aquí, cada uno es más individualista. Llevo casi treinta años aquí y ya me he convertido en una Vallisoletana más. Me gusta esta ciudad y me gusta esta comunidad.

Me vine a trabajar como administrativa en una empresa Italiana. Y aguanté bastantes años, pero aquello no era lo mío. Adoro viajar y a poco que tenía algo de dinero salía de viaje. A veces solo un fin de semana en bus a visitar algunas localidades del entorno y otras veces un poco más lejos. Dependía de la situación económica.

Siempre iba a la misma agencia de viajes que ya no existe. Cuando tuvieron necesidad de contratar a una persona, se acordaron de mí. Una de las grandes ventajas de trabajar con una agencia de viajes es que al final te conocen y tu a ellos. Ellos sabían que trabajaba de administrativa, que sabía varios idiomas y que era una viajera incansable. Un perfil que les encajaba fenomenal. En cuanto me lo ofrecieron, me tiré a la piscina. Me matriculé en la UNED para estudiar turismo y... ¡Al lío! Después de esa agencia vino otra más, donde pasé ocho años fenomenales de mi vida. Pero soy un culo inquieto, no lo puedo evitar y me apetecía hacer hacer algo diferente.

Creo que el sector de las agencias de viajes tiene que evolucionar y adaptarse a nuevos tiempos, mejorar, especializarse, en definitiva avanzar… y reinventarse. O por lo menos yo quería cambiar de alguna manera. Y pensé en que Castilla y León tiene mucho potencial turísticamente hablando.

Empecé a desarrollar un proyecto para crear una agencia de viajes para atraer turistas a esta comunidad. Al principio era muy difícil, no tenía ningún tipo de ayuda, y tampoco sabía muy bien cómo empezar. Los servicios turísticos me miraban con los búhos al tren, era una novedad. Además tenía a mis clientes que querían irse de vacaciones, la oficina, las ventas, y este proyecto, era imposible. También, trabajaba y sigo trabajando de vez en cuando como guía para llevar grupos por España, Portugal y el sur de Francia. Un trabajo en el que realmente me siento feliz y si puedo lo seguiré haciendo siempre, compaginando con mis actividades habituales.

El destino me tenía preparado un encuentro fantástico, Pablo y Eva. Pablo llevaba tiempo intentando desarrollar un proyecto parecido pero se encontraba en la misma tesitura. Uno solo no puede llegar a todo. Así que lo hablamos y creamos Destino Divino. Hablé con mi compañera, le pareció bien, me animó y entendió el cambio.

Actualmente, en 2023, ya tengo mi propia agencia de viajes y puedo decir que hago y trabajo en lo que más me gusta.